Esta es la reseña que mandé a Israel Vargas para que salgamos en el boletín universitario! Como ejemplo de que el Espíritu de la prepa no se pierde.
Plantel “Dr. Pablo Glez. Casanova" de la escuela preparatoria UAEM.
Primer Comida Reencuentro, Grupo 1, de la generación 2003-2006.
El seguir un impulso, una idea, de esas cosas que toma un segundo decidirlas, minutos planearla y te resulta en gratas horas de convivencia.
Todo surge de una idea compartida en una plática de Messenger con Víctor Lugo, de las ganas de ver a muchos de los compañeros universitarios después de 4 años de ausencia, de no saber cómo están, de no saber qué ha sido de su vida, queríamos dejarnos de chismes y de anhelos, sabíamos que era necesario actuar para reunirnos y brindar por estar una vez más juntos, por el trabajo que estamos teniendo con nuestras vidas para llegar al éxito.
Cualquiera hubiera pensado que reunir al grupo de la prepa iba a ser muy difícil (y sí lo fue), pero aquí está la prueba de que cuando se quiere se puede; buscamos todos los medios posibles, celular, Messenger, facebook, twitter y hasta con el directorio telefónico para llamar a casa, cosa que no hacemos desde que tenemos celular.
Todos llegamos con la buena vibra, sin tabús, sin barreras, sólo teníamos la idea de pasar un excelente rato, íbamos todos llenos de actitud, veíamos las caras de los que iban llegando y nos sorprendían los rostros más fuertes, la panza de los que eran flacos, la panza de las novias-esposas embarazadas y hasta la carriola de una pequeña de 4 meses, pero lo más sorprendente era la gran disposición y el gran espíritu de convivencia con el que todos llegamos, se podía sentir la buena vibra, la felicidad en todos por vernos de nuevo, por convivir como en los viejos tiempos. Llegó la comida y las preguntas obligadas; ¿Cómo te va? ¿A qué te dedicas? ¿Ya tomas? ¿Cuántos chavos tienes? ¡Ja, ja! Luego las pláticas de los recuerdos, de todo lo que vivimos en la prepa, de todos los enojos provocados a los maestros, de las locas aventuras, de las excursiones, de cómo odiaban a una bolita por latosos y como apreciaban a otra por dedicados, de las locuras que antes se enojaban los más serios y ahora se ríen sabiendo que no éramos más que unos jóvenes disfrutando nuestra etapa (igual que ahora ¡ja, ja!), queriendo obtener identidad, madurando y formando nuestro carácter, nuestra mente, nuestro temperamento y nuestro humor, muchas historias, que sin duda, volveríamos a hacer. Hubo comida, hubo baile, hubo relajo, salieron los que siempre dicen cosas que hacen reír a los demás, los que bailan y sueltan grandiosos pasos creados por su ingenio, los que se dedican a planear el relajo, los que se dedican a hacerlo, los que siempre están tranquilos teniendo el lado responsable de la situación, todos conservamos la esencia de nuestro ser, esa que nos llevo a ser tan unidos.
Dejamos tantas cosas en la prepa, tantas historias en sus pasillos, en los salones, en las canchas y hasta fuera de ella, en las casas de los compañeros, en un puesto de tortas o de gordas, fueron tres años inigualables, irrepetibles, y que si algún día nos dieran la oportunidad de elegir una parte de nuestra vida, tomaríamos los años de prepa, tenemos tan dentro esa etapa que el día que nuestro hermano o nuestro hijo vaya a entrar a la prepa, sin duda le vamos a decir que se vaya a la UAEM, porque fue una etapa que siempre vamos a platicar, que contaremos a nuestros hijos y a nuestros nietos.
Ahora, esperamos la próxima reunión, con gran anhelo, esperando que los compañeros que faltaron se animen a ir. Para ser la primera vez, resultó grandioso, pero sabemos que entre más lleguemos mayor será la fiesta, pues de eso se trata, de estar todos. Ahora planeamos hacer una posada; con pambazos, tostadas, tacos y claro, la piñata y las colaciones. No perdemos el espíritu y todo lo que nos regaló la Universidad, pues a fin de cuentas, ella fue la que nos unió y nos hizo conocernos, ella nos regaló las oportunidades y nos prestó sus instalaciones para hacer amigos, pero no “amigos” como término barato, sino:
¡Amigos para toda la vida!
“Mientras más grande es el reto, más glorioso es el triunfo”
