Ecce Homo: Avatar - Pocahontas

Pues... me encontré con que Avatar = Pocahontas!!! jojojo ... chequenlo

Avatar, la recién estrenada película de James Cameron tras 12 años en el dique seco. Después de ver la película, me quedan claras dos cosas: la primera, que Cameron no dirigió ninguna película en tanto tiempo porque debía estar enganchado al World of Warcraft y la segunda, que el cine que supuestamente reinventaban con esta película y que nos querían vender como un avance tecnológico sin precedentes, es una chufa.
Avatar narra la historia de un soldado que destinan a un planeta llamado Pandora, al que le asignan la misión de dirigir a distancia un “Avatar”, un cuerpo híbrido entre humano y los nativos de ese planeta, para conseguir la confianza de estos y convencerlos de que abandonen su hogar ya que se encuentra sobre una enorme mina de mineral.
Mientras veía Avatar, no paraban de venírseme a la cabeza referencias a multitud películas y videojuegos. La más notable de estas referencias es Pocahontas, que viene a contar la misma historia (salvando las distancias espaciales y temporales). Los exoesqueletos de combate parecen una evolución de los que en su día vimos en Matrix Revolution. Las naves y vehículos parecen salidos de los videojuegos de la saga Halo (incluso hay un momento en el que se ve un Warthog). World of Warcraft está presente durante toda la historia, en forma de escenarios coloridos.

Como decía al comienzo de este artículo, si la tecnología 3D en el cine es lo que se ve en esta película, que me devuelvan el dinero, porque aparte de cierta profundidad en algunas escenas, la sensación de inmersión es mínima, llegando incluso a resultar molesta en algunas ocasiones, como por ejemplo cuando intentas mirar un objeto desenfocado y fuerzas la vista porque en realidad tienes que mirar a otro lado. No creo que se deba pretender cambiar la manera personal de cada uno de ver cine, porque mientras que unos observan lo que tienen en el primer plano, a otros nos gusta fijarnos en los detalles.
A la pregunta de si merece la pena ver la película, respondo con un rotundo sí, pero no hay que esperarse ninguna obra maestra como ya he leído en algunos sitios. Es una película amena, con buenos efectos especiales, buena banda sonora y sonidos, que se puede ver y la épica que narra resulta entretenida; es una película para ver en el cine.